Tengo una terrible crisis depresiva

Todos pensaban que era un animal de acero. De nervios de acero. Acero y oro. Oro. Azul y oro. No es así. Producto de mi vida intensísima, de tener una familia disfuncional -y yo los amo un montón a todos- y otras presiones a las que estoy sometido padezco una crisis depresiva, muy profunda. Soy un Lobo y siempre le pongo el pecho a las balas. Me la banco a mi manera, luchando, haciendole frente a todo. Espero mejorarme pronto porque mis padres están muy preocupados. Igualmente sigo con mis aventuras. No bastarían todos los blogs de Tucumán para enumerarlas. Aquí les comparto un par:

- Jueves 4 de Octubre. Plaza Independencia. Por la mañana...

Me encontraba manifestándome pacíficamente junto con docentes y estudiantes de la Comunidad Educativa Tucumana. Estabamos manifestando porque se cumplieron 9 meses del asesinato de un docente que luchaba por un mejor salario. Asesinado por la policía brava del facho Sobisch.....y se me acercó un caschi, bien pero bien pancho, a bardearme. Para qué... Ahí nomás lo agarré del cogote y lo mordí con fuerza. Sentí la sangre ajena corriendo por mis encías. Sabor. Gritos, patadas... Conmigo no se jode.

- Jueves 4 de Octubre. Parque 9 de Julio. Por la siesta...
Fui al parque a festejar el aniversario de mi Tío Alejandro. Lo quiero un montón. Ahí me porté re bien. Estaba echadito jugando con otros perritos. Todo bien trankuilo. Conmigo no se jode.

- Jueves 4 de Octubre. Por algún lugar de la calle Santiago. Era de nochecita...

Volvía con Cele de mi corazón y Sol de mi Alma (¿dónde estás Alma mía?) y se me acercó un perrito cocker negro, bien bonito. Otro pancho. ¿Qué movés la cola, zonzulo? También lo agarré del cuello y le tenía ahí, mal... De nuevo patadas y jaloneos. Conmigo no se jode.
Nunca.

Lobo.